El sistema está en un punto de quiebre: Chile, Ecuador, España, Hong Kong, Líbano. La demanda de cambio exige nuevos modelos políticos, económicos y sociales. Tal como en el 68, pero con una diferencia: esta revolución también es digital.
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00:00Chile, Ecuador, España, Hong Kong, Bolivia y Líbano, en el norte y en el sur, en oriente
00:19y occidente, con regímenes de derecha lo mismo que de izquierda, el mundo se convulsiona
00:25súbitamente en olas de violentas protestas que exigen un cambio de rumbo a los modelos
00:30político, económico y social. Los pesados aires de rebelión que se respiran evocan aquellos
00:36del quiebre que se dio en 1968 en Checoslovaquia, en Francia o en México, como lo que aquellas
00:44generaciones todavía recordamos como la primavera de Praga. Fue una oleada de manifestaciones
00:50que arrancaron con la invasión rusa a Checoslovaquia, que congeló las reformas de apertura y el
00:56cambio al modelo de apertura y que acabó por consumarse en 1989. Baclav Havel y Milan Kundera
01:04son cosecha de aquella insoportable levedad del ser. Fue la sacudida en la Francia del
01:09puño cerrado con Charles de Gaulle, en donde los bajos salarios y el desempleo de más de
01:14medio millón de franceses, desembocó en actos vandálicos que obligaron al toque de queda. Un
01:20intento por sofocar la rebeldía de estudiantes parisinos que en el barrio latino protestaban
01:26por la desigualdad social. Fue el arrebato histórico en el México del 2 de octubre en
01:31Tlatelolco, en el que murieron decenas de estudiantes abatidos por el ejército mexicano,
01:36cuando buscaban nuevos espacios para reducir la desigualdad social y los desequilibrios del
01:41llamado desarrollo estabilizador. Echeverría optó por la represión. En una y otra latitud,
01:48la primavera de Praga fue un antes y un después, también para los Estados Unidos que se confrontaba
01:55entre el racismo y el extremismo blanco, entre el Ku Klux Klan y las Panteras Negras, enmarcaro ese
02:01radicalismo con los asesinatos de Martin Luther King y de Robert Kennedy. La juventud del planeta se
02:08convulsionaba en 1968, entre espasmos de justicia y libertad. Los Beatles en la India buscaban la
02:15espiritualidad perdida. El Che Guevara y Sartre sembraban sus ideales en campos psicodélicos de
02:21amor y paz, con olores de marihuana y LSD. El libro rojo de Mao era entonces lo más leído en el
02:28planeta. Por eso es inevitable que los violentos disturbios de hoy evoquen aquella primavera de
02:34Praga. Porque son las nuevas generaciones marginadas que de nuevo salen violentas a reclamar en las
02:39calles el cambio de modelo. Menos corrupción, mejores salarios, menos estado, mayor movilidad
02:46social, menos desigualdad, similar al 68. Con una diferencia radical, estas nuevas generaciones
02:53que se asoman en esta primavera digital, tienen a su disposición nuevas y poderosas armas, las que
03:00les dan las tecnologías de la información. A diferencia de la generación del 68, los jóvenes
03:05de hoy tienen en sus teléfonos inteligentes, en las redes sociales y en los medios digitales,
03:11ventanas a todos esos mundos que les son ajenos e inalcanzables. Lo tienen claro porque palpan,
03:18así sea visualmente por Facebook, Google o Instagram, aquellas utopías sociales que por su condición
03:24económica les están vedadas desde que nacen hasta que mueren. Saben en un clic de distancia
03:30de la corrupción de sus políticos y empresarios, de las componentes de sus líderes sindicales,
03:35de la pobre calidad de liderazgo que campea en el planeta. Desde Trump en Estados Unidos hasta
03:41Bolsonaro en Brasil, Piñera en Chile, pasando por Sánchez en España, Lenin en Ecuador o Boris en
03:48Reino Unido, por citar algunos. El común denominador de las protestas es la exigencia de ponerle un
03:54hasta aquí al capitalismo rapaz, al que ignora las necesidades de las mayorías empobrecidas a costa
04:00de cumplir las exigencias del agotado modelo económico que avalan Wall Street, el Fondo Monetario
04:06o el Banco Mundial. La extrema violencia desatada en Chile sorprende, no solo por lo inesperado,
04:12sino por la intensidad del enojo social y el inmenso daño al patrimonio urbano. Y desde la
04:18derecha y su abundancia, Piñera debió acusar el perdón para mitigar ese enojo social. Veremos.
04:25Pero esa violencia despertada en otras latitudes parece que será el signo de estos tiempos en los
04:31que el cansancio social empieza a sobreponerse al hartazgo de las utilidades, lo mismo en un
04:36tuit, que en un falso pero en ocasiones poderoso, fake news. Y si no estamos alerta, México podría
04:43no ser la excepción. Ya vimos los primeros destellos en el vandalismo de los encapuchados
04:48dañando edificios históricos, universitarios que secuestraron choferes de autobuses o asientos
04:54de taxistas paralizando el quehacer de millones de capitalinos. No hay que perder de vista, porque
05:00si no se afronta a tiempo, esta primavera digital amenaza con ser viral y de alcance global.
05:06Dube excitando a Neruda. Podrán cortar las flores, pero no detener la primavera.