La Verdad de Dios no es pertenencia de hombre alguno o de doctrinas ajenas al desarrollo del Ser, que al hombre conecta al principio original del Verbo, la Luz de la Inteligencia del Corazón, y esta verdad de nuestro Origen es la que mata la mentira de lucifer, que intenta borrar el entendimiento y comprensión de la humanidad frente a las Leyes de la Vida. Hoy con la dialéctica mediática, se coacciona para que el hombre acepte la guerra contra sí mismo y demás pueblos de la tierra, la peor inoculación será aquella, con la mentira disfrazada de verdad, el hombre acepte la muerte como solución a las crisis y rechace el Conocimiento del Espíritu, que le preservara de los desastres que amenazan su desarrollo, en la Luz del Señor de los Espíritus.
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