00:26Buenas tardes. Pues es jueves por la tarde, todo está preparado, la hora ha llegado. Así que Jesús y sus discípulos se sentaron a la mesa para comer la cena de la Pascua. Sin embargo, que lejos estaban esa mañana de saber lo que pasaría en las próximas horas.
00:48Jesús sabía que el Padre había puesto todas las cosas bajo su dominio y que había salido de Dios y a Él volvía.
00:57Así que se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura. Luego echó agua en un recipiente y comenzó a lavarles los pies a sus discípulos
01:09y a secárselos con una toalla que llevaba en la cintura. Cuando terminó de lavarles los pies, se puso el manto y volvió a su lugar.
01:18Entonces les dijo, ¿entienden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor y dicen bien, porque lo soy.
01:29Pues si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros.
01:37Les he dado ejemplo para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes.
01:44La última enseñanza tremenda de Jesús antes de partir a la casa del Padre fue hacerles entender que el amor debe ser visible a través del servicio.
01:57No quedaba ahora duro. El que no vive para servir, no sirve para vivir.
02:03Con esta enseñanza nos deja claro que el cristianismo no es una doctrina, sino una manera de vivir, más aún, una manera de amar.
02:14No podemos seguir pensando que somos buenos cristianos solo porque hemos sido bautizados o porque participamos de alguna celebración litúrgica.
02:23¿Podrías, bajo esta óptica, decir que eres un seguidor de Cristo?
02:28¿Que has aprendido la lección que nos acaba de dar?
02:31Esta tarde se nos da la oportunidad de revisar nuestra vida con el amor.
02:38¿Seremos encontrados dignos de llamarnos discípulos?
02:43Por otro lado, nos narra la Escritura que al final de la cena, mientras comían, Jesús tomó pan, lo bendijo y luego lo partió y se los dio a sus discípulos diciéndoles,
02:56«Tomen y coman, esto es mi cuerpo».
03:00Después tomó la copa, dio gracias y se le ofreció diciéndoles, «Beban de ella todos ustedes, esto es mi sangre, es la sangre de la alianza que se derrama por muchos para el perdón de los pecados».
03:16La cena termina dejándonos, emprenda su carne y su sangre, comida y bebida de salvación.
03:23Jesús ya había dicho en la sinagoga de Cafarnaún, «El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final, porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
03:38El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Así como me envió el Padre viviente y yo vivo por él, también el que come de mí vivirá por mí».
03:52El testamento de su amor sería, de ahora en adelante, su carne y su sangre, para que todo el que coma de ellos tenga la vida y la tenga en abundancia.
04:03Es triste que haya tantos hermanos que se privan de este banquete y que por eso viven enfermos del alma, con tristezas profundas, con depresiones, con una ansia tremenda de ser felices y sin poder llegar a serlo, pues viven entregados a los placeres del mundo.
04:22Jesús nos ha dejado su cuerpo y su sangre para que unidos a él, de la misma forma que la vid, que está unida a sus ramas, circule por todos nosotros la corriente vital del Espíritu.
04:35¿Y tú? ¿Eres de los que piensan que no necesitan de este alimento?
04:39Quizás esta tarde ya sea difícil reconciliarse sacramentalmente con Dios y así estar preparado para recibir el manjar de los ángeles, ya que no podemos acercarnos si nuestra vida no está reconciliada con Dios.
04:55Sin embargo, si hoy no encontraras un sacerdote para reconciliarte, busca la primera oportunidad de acercarte a un sacerdote y reconcíliate con Cristo.
05:06Él te espera en la mesa del altar para compartir contigo todas sus riquezas.
05:11No te prives de este manjar y busca que tu vida se identifique plenamente con nuestro Maestro, Jesucristo, el Hijo de Dios, y vive en el amor sirviendo a los demás.
05:23Disfruta esta celebración de la tarde y llénate del amor de Dios para compartirlo con tus hermanos.
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