Ceriani no se guarda nada y lanza fuertes críticas sobre la relación de Ana Bárbara con su esposo Ángel Muñoz. ¿Qué hay detrás del hombre que ahora maneja su carrera, vende pastillas y usa su música para promocionarlas? ¡Todo un escándalo! 😱
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DiversiónTranscripción
00:00Ana Bárbara sigue deprimida porque está lejos de su familia, no encuentra la felicidad para unir al hombre que eligió como esposo y el resto de su familia que la vio nacer y la vio crecer.
00:13¿Quién es este personaje que se casó con Ana Bárbara?
00:17Un agente de inmigración y aduana que vive en Los Ángeles, Ángel Muñoz, además de ser agente policial aduanero, además de eso figura en su Instagram como actor de Hollywood, ha hecho algunos personajes de extra y también ahora maneja las corporaciones de Ana Bárbara, maneja su carrera, es el manager de Ana Bárbara.
00:42Y la pregunta del millón, ¿por qué ahora este agente de aduana, actor de Hollywood, ahora también vende pastillas para adelgazar?
00:51Sí, el marido de Ana Bárbara vende pastillas para adelgazar con la música de Ana Bárbara.
00:58Ana Bárbara, que siempre quiso ser una cantante prestigiosa, la reina de la música grupera, cae en decadencia al ser parte, su música, de un info comercial de pastillas de las tantas que hay para adelgazar productos que no sabemos quién los controla,
01:17si son buenos, si son malos, si son resultados reales, por qué Ana Bárbara deja que su pareja, su marido, la aleje primero de sus hijos, después de sus hermanos, ahora de sus padres y también que use su prestigiosa música de la reina de la música grupera para vender pastillas para adelgazar.
01:42De venida abajo, la carrera de Ana Bárbara por su pareja, por su marido, ¿qué quiere este hombre con la imagen de Ana Bárbara?
01:51Hacer usufruto de dinero, comerciales, sacar provecho, hacerse famoso él.
01:58Fuerte Ángel Muñoz, ¿quién es el marido de Ana Bárbara que usa las canciones de su esposa para vender pastillitas y ganar mucho dinerito?
02:10Esto huele a... esto es una trampa, una trampa maldita, cuídate peque, que no te quite la platita, bye bye.