La culpa es de fidel

  • hace 15 años
Para Anna, de nueve años, la vida es simple, ordenada y estructurada en su rutina. Vive confortablemente en París con sus padres, su hermano menor y su niñera. Concurre a una escuela católica. La única nube oscura en su infancia ideal es un tío que vive en España, es comunista y lucha contra Franco. La familia trata de no hablar de él. Los cambios importantes que ella está forzada a sobrellevar son enormes, sus padres cambian inexorablemente, su aprehensión por el mundo se torna más profunda. Al igual que sus padres, Anna cambia, pero de manera diferente. Comienza a madurar y a aceptar este nuevo mundo, mirando lo que la rodea a su propia manera.