El rey David cometió adulterio con una mujer llamada Betsabé quien entonces quedó embarazada. Al enterarse del estado de Betsabé, David trató de ocultar su pecado, y finalmente dispuso que Urías, el marido de Betsabé, fuera muerto en la batalla.
En la Biblia, la profeta Natán le habló al rey David para confrontarlo por sus pecados, específicamente por el adulterio con Betsabé y la muerte de Urías.
Natán utilizó una parábola para revelar la maldad de David, quien luego reconoció su pecado y pidió perdón.
El encuentro de Natán y David: El Profeta Natán: Natán era un profeta israelita que sirvió durante el reinado de David.
La Parábola: Natán contó a David una historia sobre un hombre rico que tenía muchas ovejas y un hombre pobre que solo tenía una oveja, que era muy valiosa para él.
El hombre rico tomó la oveja del pobre para alimentar a un visitante. David, al escuchar la historia, condenó al hombre rico por su injusticia. Revelación del Pecado: Natán le dijo a David que él era el hombre rico, y que su pecado era haber tomado la esposa del hombre pobre y haber matado a Urías.
Confesión de David: David reconoció su pecado y pidió perdón a Dios.
Consecuencias del Pecado: El pecado de David tuvo consecuencias para él, su familia y el reino.