00:00Ahora conocido como León XIV, Robert Francis Pribos fue, antes que cardenal y prefecto en Roma, un sacerdote misionero en Chiclayo.
00:09Un hombre humilde de a pie, o más bien de a caballo, porque así llevaba la palabra de Dios a los rincones más alejados de Perú.
00:17Sirvió con entrega a sus dioses y si por elección, no por obligación, decidió nacionalizarse peruano,
00:22los chiclayenses lo llamaban simplemente Roberto, porque así es él, uno más del pueblo.
00:30También compartía desde la alegría, un hombre de fe, pero también de fiesta, de música y de comida peruana, de la que habla con pasión.
00:40Con botas puestas y el agua hasta las rodillas, ayudó cuando más lo necesitaban.
00:49En pandemia, mientras el mundo permanecía confinado, él salió a las calles vacías a bendecirlas.
01:00Antes de partir a Roma, cuando lo iban a nombrar cardenal y prefecto del discaterio para los obispos,
01:07su pueblo le dio una despedida tan emotiva como inolvidable.
01:15Dios guiaba sus pasos y esos, como los de Pedro, los llevaron hasta Roma.
01:19Tal vez fue azar, tal vez destino, pero sin duda era su misión.
01:23Cuando la noticia recorrió el mundo en el norte del Perú, su iglesia, la Catedral Santa María, también se hizo oír.
01:33Las campanas no solo sonaron, retumbaron con fuerza, como si quisieran que su eco llegara hasta el Vaticano.
01:41Porque ese humo blanco que emocionó al mundo tenía además sabor peruano.
01:45Gracias.
