El periodista de EL MUNDO, Pablo Scarpellini, está viviendo en primera persona la angustia y la devastación del incendio que arrasa a Los Ángeles. Junta a su mujer y sus hijos, señala que el fuego les está rodeando porque "se está expandiendo hacia el este y hacia el oeste".
00:00Ha sido una noche larga y muy complicada, seguramente la peor desde que estoy en Los Ángeles y mira que llevo años.
00:07Los avisos de evacuación no paran de entrar y el fuego se está expandiendo hacia el este y hacia el oeste, es decir, que nos está rodeando.
00:15Esto es una angustia terrible y un infierno con el que no aguantábamos.
00:19Los avisos de evacuación empezaron en Santa Mónica con un montón de gente conocida, con amigos que no sabían si marcharse.
00:25Empezó muy pronto el cruce de textos y de llamadas, de ver alternativas para ver por dónde podían ir.
00:30Es decir, el pánico natural de estar en una situación en la que no has estado nunca en tu vida y que de repente te toca afrontar.
00:37Algunos nos llamaron, una de ellas una amiga llorando, angustiada porque de repente se vio en la tesitura de tener que evacuar.
00:45Entonces la gente no sabía muy bien hacia dónde ir ni dónde quedarse.
00:49Con unos vientos brutales, que es difícil de describir, que un árbol que yo calculo que tendrá unos 30 metros de altura delante,
00:55un árbol que llevó un montón de años ahí, se vino abajo delante de mi casa con un estruendo que parecía un terremoto.
01:02De repente una sacudida de tierra súbita y ha bloqueado casi delante de mi garaje la salida y el miedo de salir y ver cómo volaban ramas.
01:12Hemos dormido todos en una habitación metidos, los cuatro, mi mujer y mis dos hijos, por temor a que pudiera pasar lo que le pasó a una de las vecinas de enfrente,
01:22que es que otro de estos árboles, estos gigantes salvajes, se cayó encima de la casa y le destrozó la parte de arriba de la casa donde tiene el dormitorio.
01:30Así que hemos dormido poco y mal y al levantarnos vemos que el cerco del fuego se está acercando
01:37y contemplar la posibilidad de qué hacer para intentar salvar la casa porque los bomberos no tienen forma de poder ayudar.
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