La participación de Carmen Borrego en Supervivientes ha provocado otro tsunami en la vida de las Campos, un rosario de sucesos amplificados en televisiones y revistas que, de un modo u otro, van pagando sus facturas. Antes de aterrizar en España, la hija menor de María Teresa se comió aquella portada de Semana que anunciaba la separación de su hijo.

Pero más que la ruptura con Paola Olmedo lo que levantó ampollas fue algo tan de moda como despellejar a la propia madre, una práctica bien remunerada en casos tan llamativos como el de Kiko Rivera con Isabel Pantoja o más recientemente el de Ángel Cristo con Bárbara Rey, por no mencionar el de Fran Rivera sentándose por dinero en un plató de Telecinco para recordar las adicciones de Carmina Ordóñez y, de paso, contar que su hija Tana no es fruto del amor entre el diestro y Eugenia Martínez de Irujo. Pero los programas de entretenimiento necesitan atraer espectadores y para ello están dispuestos a pagar generosas cantidades o aprovechar el tirón para ser contratados en jugosos realities, como Ángel Cristo en Supervivientes, un fichaje que adelantamos en primicia.