Hermosa esposa realmente rica desarrolla sentimientos por el sirviente de su marido / Amor y romance
- hace 26 días
El amante de Lady Chatterley comienza presentando a Connie Reid, la protagonista femenina de la novela. Fue criada como una bohemia culta de la clase media alta, y fue introducida a las aventuras amorosas (relaciones intelectuales y sexuales) cuando era adolescente. En 1917, a los 23 años, se casa con Clifford Chatterley, descendiente de una línea aristocrática. Después de una luna de miel de un mes, lo envían a la guerra y regresa paralizado de cintura para abajo, impotente.
Después de la guerra, Clifford se convierte en un escritor de éxito y muchos intelectuales acuden en masa a la mansión de Chatterley, Wragby. Connie se siente aislada; los intelectuales alardeados resultan vacíos y sin derramamiento de sangre, y ella recurre a una breve e insatisfactoria aventura con un dramaturgo visitante, Michaelis. Connie anhela el contacto humano real y cae en la desesperación, ya que todos los hombres parecen temerosos de los verdaderos sentimientos y la verdadera pasión. Hay una distancia creciente entre Connie y Clifford, quien se ha retirado a la búsqueda sin sentido del éxito en su escritura y en su obsesión por la minería del carbón, y hacia quien Connie siente una profunda aversión física. Se contrata a una enfermera, la Sra. Bolton, para que cuide al discapacitado Clifford para que Connie pueda ser más independiente, y Clifford cae en una profunda dependencia de la enfermera, y su virilidad se desvanece en una dependencia infantil.
En el vacío de la vida de Connie llega Oliver Mellors, el guardabosques de la propiedad de Clifford, que acaba de regresar de servir en el ejército. Mellors es distante y burlón y, sin embargo, Connie se siente curiosamente atraída por él por su nobleza y gracia innatas, su aislamiento intencionado, su trasfondo de sensualidad natural. Después de varios encuentros casuales en los que Mellors la mantiene a distancia, recordándole la distancia de clase entre ellos, se encuentran por casualidad en una cabaña en el bosque, donde tienen sexo. Esto sucede en varias ocasiones, pero aún así Connie siente una distancia entre ellos, permaneciendo profundamente separada de él a pesar de su cercanía física.
Un día, Connie y Mellors se encuentran por casualidad en el bosque y tienen sexo en el suelo del bosque. Esta vez, experimentan orgasmos simultáneos. Esta es una experiencia reveladora y profundamente conmovedora para Connie; ella comienza a adorar a Mellors, sintiendo que se han conectado en algún nivel sensual profundo. Está orgullosa de creer que está embarazada del hijo de Mellors: él es un hombre real, "vivo", a diferencia de los intelectuales emocionalmente muertos y los trabajadores industriales deshumanizados. Crecen progresivamente más cerca, conectándose en un nivel físico primordial, como mujer y hombre en lugar de dos mentes o intelectos.
Connie le admite a Clifford que está embarazada del bebé de Mellors, pero Clifford se niega a darle el divorcio.
Después de la guerra, Clifford se convierte en un escritor de éxito y muchos intelectuales acuden en masa a la mansión de Chatterley, Wragby. Connie se siente aislada; los intelectuales alardeados resultan vacíos y sin derramamiento de sangre, y ella recurre a una breve e insatisfactoria aventura con un dramaturgo visitante, Michaelis. Connie anhela el contacto humano real y cae en la desesperación, ya que todos los hombres parecen temerosos de los verdaderos sentimientos y la verdadera pasión. Hay una distancia creciente entre Connie y Clifford, quien se ha retirado a la búsqueda sin sentido del éxito en su escritura y en su obsesión por la minería del carbón, y hacia quien Connie siente una profunda aversión física. Se contrata a una enfermera, la Sra. Bolton, para que cuide al discapacitado Clifford para que Connie pueda ser más independiente, y Clifford cae en una profunda dependencia de la enfermera, y su virilidad se desvanece en una dependencia infantil.
En el vacío de la vida de Connie llega Oliver Mellors, el guardabosques de la propiedad de Clifford, que acaba de regresar de servir en el ejército. Mellors es distante y burlón y, sin embargo, Connie se siente curiosamente atraída por él por su nobleza y gracia innatas, su aislamiento intencionado, su trasfondo de sensualidad natural. Después de varios encuentros casuales en los que Mellors la mantiene a distancia, recordándole la distancia de clase entre ellos, se encuentran por casualidad en una cabaña en el bosque, donde tienen sexo. Esto sucede en varias ocasiones, pero aún así Connie siente una distancia entre ellos, permaneciendo profundamente separada de él a pesar de su cercanía física.
Un día, Connie y Mellors se encuentran por casualidad en el bosque y tienen sexo en el suelo del bosque. Esta vez, experimentan orgasmos simultáneos. Esta es una experiencia reveladora y profundamente conmovedora para Connie; ella comienza a adorar a Mellors, sintiendo que se han conectado en algún nivel sensual profundo. Está orgullosa de creer que está embarazada del hijo de Mellors: él es un hombre real, "vivo", a diferencia de los intelectuales emocionalmente muertos y los trabajadores industriales deshumanizados. Crecen progresivamente más cerca, conectándose en un nivel físico primordial, como mujer y hombre en lugar de dos mentes o intelectos.
Connie le admite a Clifford que está embarazada del bebé de Mellors, pero Clifford se niega a darle el divorcio.