Según un estudio reciente, los jóvenes de la Generación Z, de edades comprendidas entre los 11 y los 26 años, han reducido su consumo de comida fuera de casa debido a la ansiedad social. La cadena británica de restaurantes Prezzo preguntó a 2.000 personas sobre sus experiencias individuales al comer en público. El grupo que declaró más "ansiedad ante el menú" fue el de los jóvenes de entre 18 y 24 años, con un 34% que admitió permitir que otros hablaran con el personal debido a los nervios. Esto supone un salto significativo con respecto a la media general del 21%, que se siente incómodo hablando con el personal. La mitad de los clientes de la Generación Z admitió haber mirado el menú antes de salir, pero casi el 40% dijo que no iría si no pudiera revisarlo de antemano. Algunos de los temores enumerados por los encuestados son pronunciar mal un plato, arrepentirse de una compra y sentirse abrumado por la selección. Un informe de la National Association of Colleges & Employers afirmaba que 9 de cada 10 graduados evitan los eventos de trabajo en persona debido a la ansiedad social. Un posible factor de la mayor ansiedad de la Generación Z podría derivarse de la falta de reuniones sociales durante sus años de formación debido a las restricciones de la COVID-19.
