Tras la pandemia de Covid-19, las tarifas nacionales en Estados Unidos han subido un 8% en comparación con 2019, y podrían aumentar aún más.
Los esfuerzos por incluir los costos de reducción de emisiones de carbono en el precio de los boletos podrían encarecer los vuelos.
El cambio a combustibles más sostenibles podría costar a las aerolíneas hasta 4 billones de dólares para 2050.
Muchos piensan que estos gastos se trasladarán a los pasajeros en forma de incremento en los precios de los billetes.
Para recaudar suficiente financiamiento mediante este enfoque, podría ser necesario aplicar un cargo adicional de 25 dólares por persona en cada vuelo.
Otra opción sería establecer una tarifa graduada dirigida a los pasajeros frecuentes, con un costo de 177 dólares por cada 20 vuelos en un año.
Francia ya ha prohibido algunos vuelos nacionales y está considerando financiar alternativas en el transporte ferroviario.