Los científicos han creado un "constructo cutáneo" de piel humana sintética que puede injertarse en partes del cuerpo no planas.
Los parches sin costuras, creados para adaptarse a la geometría de la parte herida, se han implantado en ratones con notable éxito.
Los investigadores tienen previsto utilizar biopsias de células de piel humana para cultivar piel suficiente para cubrir una mano masculina adulta.
Los investigadores creen que este avance revolucionará los injertos de piel.
El objetivo final es crear un trozo de tejido real o sintético que pueda ponerse como un guante.
Sólo habría que aplicar vendas alrededor de la zona de la muñeca.
La investigación corre a cargo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia.