No me ha tocado la lotería.
La verdad es que no había muchas probabilidades, porque si llevas un décimo, como era mi caso, las posibilidades de pillar un pellizco del Gordo son apenas del 0,00001 %.
Pero hay gente agraciada, en la España del socialista Pedro Sánchez.
Casi de tapadillo, mientras estaban cantando números los niños de San Ildefonso y la ciudadanía miraba alelada las pantallas a la búsqueda del suyo, a sediciosos, malversadores, corruptos y agresores sexuales, todos ellos socios del Gobierno PSOE-Podemos, les cayó un buen premio.
El Senado aprobó este jueves el cepillado del Código Penal por el que deroga el delito de sedición y se rebajan las penas para la malversación.
Con 140 votos a favor, 118 votos en contra y 3 abstenciones, Sánchez ha conseguido sacar adelante la reforma que le exigían los golpistas de ERC y otros zarrapastrosos.
De rondón se reducen también las penas a abusadores sexuales por la entrada en vigor de la ley de Libertad Sexual de Irene Montero, más conocida como ley del solo sí es sí.
Les confieso que me tienen harto Sánchez y su cuadrilla de malhechores.
Y eso que no consumo televisión, más que para ver deportes, el parte meteorológico, documéntales, series en inglés y películas de intriga.
Pero es que es atisbar el careto del tal Patxi López o escuchar otra mentira del tal Page y se me nubla el día.
Durante bastante tiempo recordaremos este final de 2022 como una etapa de pesadilla en la que se superaron todos los límites.
Lo acongojante es que ya nada nos sorprende.
El chapoteo del PSOE en la inmundicia se ha vuelto monótono, cansino y habitual.
Aburre ver salir a etarras de la cárcel, mientras Sánchez se abraza a sus herederos y trata con más respecto a los miserables que les representan en el Congreso que a las víctimas de sus crímenes.
Indigna escuchar las chulerías de los golpistas indultados, que se pavonean de tener al Gobierno de España de rodillas.
Irrita imaginar a los corruptos frotándose las manos, porque seguirán disfrutando impunemente del botín que nos han robado.
Empachan tantas mentiras, tanta chulería, tanta desfachatez, pero no podemos tirar la toalla.
Ya les decía ayer, parafraseando al norteamericano Edward R. Murrow, que ‘una nación de ovejas engendra un Gobierno de lobos’.
Así que a ponerse las pilas.
Feliz Navidad a todos, menos a este Gobierno de mierda y a sus acólitos.