Dos realidades recitales y pobreza extrema
  • hace 2 años
(reuters)- Los fanáticos venezolanos llegan a pagar el equivalente al salario mínimo mensual del país por una entrada para un concierto y están llenando los lugares por primera vez en más de siete años para ver a sus artistas nacionales e internacionales favoritos. Un alivio parcial de los problemas económicos en el país, que sigue marcado por desigualdades extremas.
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