Los presupuestos catalanes abren una brecha independentista
- hace 2 años
Barcelona, 23 nov (EFE).- El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, se reunía hoy con su Govern aliviado por haber salvado ayer in extremis la tramitación de los presupuestos catalanes en el Parlament, pero se le abre un calvario de legislatura con sus socios, irritados por el acuerdo final con los comunes.
El acuerdo pactado de Aragonès con Jéssica Albiach y Ada Colau abre una nueva brecha no solo con Junts per Catalunya, sino también con la CUP al alejarse de la mayoría independentista que permitió su investidura.
El conseller de Economía, Jaume Giró, exponía ante la cámara catalana sus presupuestos, molesto también por los reproches de los propios soberanistas.
El presidente catalán ha sufrido un largo viacrucis antes de conseguir los votos. Las bases de la CUP le dieron la espalda y su socio de Junts per Catalunya, pese a votar finalmente en positivo, ya le han advertido que quieren guerra.
De momento Aragonès ha salvado un primer escollo y, aunque descartan hablar de cambio de cromos, Cataluña tendrá presupuestos el 1 de enero y, a cambio, Esquerra facilitará también a su vez los presupuestos para Barcelona de Ada Colau.
El acuerdo pactado de Aragonès con Jéssica Albiach y Ada Colau abre una nueva brecha no solo con Junts per Catalunya, sino también con la CUP al alejarse de la mayoría independentista que permitió su investidura.
El conseller de Economía, Jaume Giró, exponía ante la cámara catalana sus presupuestos, molesto también por los reproches de los propios soberanistas.
El presidente catalán ha sufrido un largo viacrucis antes de conseguir los votos. Las bases de la CUP le dieron la espalda y su socio de Junts per Catalunya, pese a votar finalmente en positivo, ya le han advertido que quieren guerra.
De momento Aragonès ha salvado un primer escollo y, aunque descartan hablar de cambio de cromos, Cataluña tendrá presupuestos el 1 de enero y, a cambio, Esquerra facilitará también a su vez los presupuestos para Barcelona de Ada Colau.