Robert (Liam Neeson), regresa a la Toscana, Italia con su hijo Jack (Micheál Richardson) para vender la casa que heredaron de su difunta esposa. Ninguno de los dos espera encontrar la hermosa villa tan deteriorada. Padre e hijo se encuentran en desacuerdo como siempre, y en este caso no es la excepción para la renovación de la casa. Ambos buscarán recuerdos de tiempos más felices y Jack conoce a Natalia, una chef que le restaura el corazón a cualquiera. A medida que Robert y Jack reparan la villa también comienzan a componer su relación. El futuro ahora puede parecer bastante diferente y sorprenderlos a ambos.