La tía Clara se esconde con Samantha y Darrin en su casa de Hedley Partridge, el mejor novio de su juventud. Al darse cuenta de que su brujería no es lo que solía ser, la tía Clara no quiere enfrentarse a Hedley por temor a parecer vieja. Preferiría que la recordara como la bruja experta que alguna vez fue. Pero Endora decide jugar a casamentera invitando a Hedley a cenar. A su llegada, Hedley parece tan viril y hábil en sus poderes como lo era de más joven. Para ayudar a la tía Clara, Samantha decide que la única forma en que la tía Clara pueda dar la impresión de que Hedley la recuerda es realizar cualquier brujería que Hedley le pida a la tía Clara para ella. Pero si Samantha puede proporcionar una fachada a la tía Clara, tal vez los dos estén jugando al mismo juego.