Lucky Jim (Lucky Jim) [1909]
  • hace 3 años
Jim y Jack estaban desesperadamente enamorados de Gertrude, pero Gertie muestra una preferencia decidida por Jim, por lo que este acaba ganado y se casa con Gertie; ¡Suerte Jim! El pobre Jack es un espectador desesperado en la boda. Jim y su novia se han instalado en un pequeño apartamento y están disfrutando de su primera comida. Lamentablemente la educación de Gertie en el arte de la cocina ha sido lamentablemente descuidada y el resultado de su primer intento es simplemente horrible. Es tan malo que Jim patea y, a cambio de su vehemente vituperación, recibe las pequeñas y delicadas atenciones que Xanthippe otorgó a Sócrates. Jim "el afortunado" recibe numerosos golpes por parte de la dulce Gertie. Mientras tanto, el desafortunado Jack está en casa quejándose ante un retrato de Gertie. El tiempo pasa y el pobre Jack todavía se lamenta cuando la sirvienta le muestra un aviso en el periódico que narra la inteligencia que Jim ha mostrado, víctima de una indigestión aguda, y su cabeza ahora está adornada con un halo en lugar del borde de un plato. Jack siente que esta es su oportunidad, y ve a Gertie más interesante que antes por el hecho de ser viuda, por lo que hace su apelación y es aceptada. Jack se encuentra en el séptimo cielo del deleite cuando regresa con el dulce ángel que es Gertie de la ceremonia de matrimonio. Pero espera: esa primera comida está por suceder. Bueno, llega a su debido tiempo, y Jack tiene la oportunidad de probar un poco de la comida de Gertrude, y si el camino hacia el corazón pasa por el estómago, en el caso de Jack, la calzada es bastante pedregosa. Él se niega rotundamente a beber su café y, por supuesto, su repelencia se encuentra con la misma recompensa que recibió Jim, a saber: vajilla de porcelana rebotando en su caparazón cerebral. Gertie, después de haber demostrado su habilidad como lanzadora de discóbolos, sale de la habitación enfurecida. Jack se vuelve y al ver la imagen envuelta en luto de su predecesor, suspira: "Oh, "afortunado" Jim, cuánto te envidio".
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