Mariana y Eduardo vuelven a verse tras varios meses distantes, y él queda muy sorprendido pues no da crédito de la mujer que ve y de los grandes cambios que ella logró viviendo en Tasmania junto a su padre. Pero no solo eso, Mariana le cuenta a Eduardo que reflexionó mucho y se dio cuenta del gran daño que le hizo a muchas personas, especialmente, a Rita. Posteriormente, Rita queda encantada cuando conoce la muñeca cuyo diseño fue inspirado en el tradicional delantal que ella usaba en las casas de familia, pero, sobre todo, donde Mariana.