Mientras Nina trata de advertir a Andrés de los maldadosos planes de William contra La Farfala, él se reúne con unos cómplices que le ayudarán a sabotear la venta del esperado muñeco, lo que podría afectar gravemente las finanzas de la fábrica que es propiedad de Andrés y Lucía. Por su parte, Eduardo pierde la paciencia con Alejandra y está al borde de la locura desde que ella le anunció su embarazo.