TOCA PARA MI - CINE ARGENTINO
- hace 3 años
TOCA PARA MI - CINE ARGENTINO - ARCHIVO DE CARLOS CERIMEDO
El libro original de "Tocá para mí" -cuyo estreno local se espera para mediados de año- fue escrito por Fürth "hace años, en tiempo presente y en forma de guión, con el "método de las imágenes" de Monti; lo presenté al Incaa pero no ganó el concurso". Rodrigo Fürth se dedicó a la pedagogía en escuelas secundarias, en las que organizó talleres sobre cine y actuación, creatividad y comunicación y medios, hasta que a un año del concurso, Eduardo Ruderman, "con quien codirigimos algunos cortos, me convocó como docente en la escuela de cine de Eliseo Subiela". "Allí me encontré con algunos jurados de aquel concurso en el que mi guión no había ganado, pero me enteré de había gustado mucho y resultado finalista. Ruderman lo leyó, lo criticó, y de ahí en más surgió una versión diferente realizada en conjunto". En cuanto a las locaciones de su film, el cineasta da precisiones sobre el pueblo fantasma de Los Angeles -30 habitantes- existe realmente, y "queda a 180 kilómetros de Córdoba ciudad, por la ruta 7, y luego unos 5 kilómetros a la derecha..." UN ELENCO PARA DESCUBRIR "Respecto del elenco, creí que era una historia que no debía tener fisonomías conocidas, entonces armamos un "cásting" para los dos personajes principales, pero surgió el inconveniente de que la mayoría de las actrices hablaban muy porteño, por lo que buscamos en Córdoba y descubrimos a María Laura Frigerio, quien entonces tenía veintiún años". Fürth y Ruderman, así como Fernando Spinner ("La sonámbula"), se formaron en el cine durante la dictadura militar, cuando " "habían cerrado todas las escuelas, la de La Plata, la del Litoral... y la del Instituto era dirigida por un cabo", testimonia. "Nosotros optamos por armar nuestro propio grupo -al que llamamos Contraplano- y llamamos a quienes nos interesaban para aprender. Lo que hacíamos era convocar a un guionista, a un plástico, a un cineasta y hacíamos una tarea muy intensiva de estudio y de plástica, hasta que en 1982 me integré a la industria, sobre todo a la publicidad, y en "Gringo viejo" (1989) soy segundo asistente de Luis Puenzo y luego primer asistente en "La peste" (1993)", concluye Fürth y vuelve a sonreir. Motivos no le faltan.
Fuentes : laprensa.com.ar
El libro original de "Tocá para mí" -cuyo estreno local se espera para mediados de año- fue escrito por Fürth "hace años, en tiempo presente y en forma de guión, con el "método de las imágenes" de Monti; lo presenté al Incaa pero no ganó el concurso". Rodrigo Fürth se dedicó a la pedagogía en escuelas secundarias, en las que organizó talleres sobre cine y actuación, creatividad y comunicación y medios, hasta que a un año del concurso, Eduardo Ruderman, "con quien codirigimos algunos cortos, me convocó como docente en la escuela de cine de Eliseo Subiela". "Allí me encontré con algunos jurados de aquel concurso en el que mi guión no había ganado, pero me enteré de había gustado mucho y resultado finalista. Ruderman lo leyó, lo criticó, y de ahí en más surgió una versión diferente realizada en conjunto". En cuanto a las locaciones de su film, el cineasta da precisiones sobre el pueblo fantasma de Los Angeles -30 habitantes- existe realmente, y "queda a 180 kilómetros de Córdoba ciudad, por la ruta 7, y luego unos 5 kilómetros a la derecha..." UN ELENCO PARA DESCUBRIR "Respecto del elenco, creí que era una historia que no debía tener fisonomías conocidas, entonces armamos un "cásting" para los dos personajes principales, pero surgió el inconveniente de que la mayoría de las actrices hablaban muy porteño, por lo que buscamos en Córdoba y descubrimos a María Laura Frigerio, quien entonces tenía veintiún años". Fürth y Ruderman, así como Fernando Spinner ("La sonámbula"), se formaron en el cine durante la dictadura militar, cuando " "habían cerrado todas las escuelas, la de La Plata, la del Litoral... y la del Instituto era dirigida por un cabo", testimonia. "Nosotros optamos por armar nuestro propio grupo -al que llamamos Contraplano- y llamamos a quienes nos interesaban para aprender. Lo que hacíamos era convocar a un guionista, a un plástico, a un cineasta y hacíamos una tarea muy intensiva de estudio y de plástica, hasta que en 1982 me integré a la industria, sobre todo a la publicidad, y en "Gringo viejo" (1989) soy segundo asistente de Luis Puenzo y luego primer asistente en "La peste" (1993)", concluye Fürth y vuelve a sonreir. Motivos no le faltan.
Fuentes : laprensa.com.ar