El termometro de Ohio, donde el agro y la industria convergen

  • hace 4 años
Toledo (EE.UU.), 30 oct (EFE).- En Ohio hay que fijarse en los pequeños detalles. Su fama como termómetro político lo convierte en un estado donde se pueden medir las inclinaciones electorales del votante rural, urbano y suburbano en pocos kilómetros de distancia y muchas veces solo observando de puerta a puerta. “En Ohio la división rural-urbana en el voto es muy clara y en realidad hay solo unos cuantos condados que son decisivos para ver hacia dónde se inclina todo el estado”, explica a Efe Robert Alexander, profesor de Ciencias Políticas de la universidad Ohio Northern. Una visita a los condados que decidirán las elecciones de noviembre permite avizorar una conclusión: Donald Trump podría no conseguir un segundo mandato presidencial, ya que parece estar perdiendo apoyos en zonas rurales y suburbanas, incluso entre los agricultores, que no han visto los frutos de sus promesas. EL CAMPO NO SE ABONA CON BULOS “Hay cosas que la desinformación no puede ocultar como el hecho de que el cambio climático lo vemos a diario y está afectando a los cultivos o a que la mala gestión de la pandemia nos ha sumido en una crisis. Los agricultores somos personas que nos basamos en la ciencia y en los datos”, afirma Matt Vodraska, dueño de una pequeña explotación agrícola de viñedos y árboles frutales en el condado de Wayne. El calentamiento global ha llevado a temperaturas más extremas y a que ciertas variedades de frutales tradicionales no sean sostenibles, mientras que eleva el riesgo de una mala cosecha cada año y con ello la incertidumbre sobre una actividad que depende de los caprichos del clima. Además, la pandemia del coronavirus clausuró durante meses la venta al público de Vodraska, así como la distribución a restaurantes, al tiempo que ha hecho mucho más difícil encontrar mano de obra para la recolección. Este joven agricultor y productor de sidra artesanal no sabe si su negocio superará una segunda ola de covid-19. Estas elecciones han puesto ante una disyuntiva a Rebekah Headings, una agricultora del condado de Madison, que se define como republicana, pero que este año aún no tiene claro si votará por Trump. Headings es todo lo americana que un europeo puede ser en esta tierra. Trece generaciones que se pueden trazar hasta la llegada del Mayflower en 1620. “Todos mis antepasados fueron agricultores y es algo que no voy a dejar de hacer”, asegura. “Es muy difícil subsistir como agricultor o ranchero en estos momentos. La producción de leche no es sostenible y necesitamos empleos suplementarios. Este año conseguimos un acuerdo para proveer de leche a un colegio universitario y poco después golpeó la pandemia y ahora no sabemos qué pasará”, lamenta Headings. Los granjeros de Ohio siguen mostrando su apoyo a Trump con banderas y carteles, pero lo cierto es que muchos han sido muy perjudicados por la política proteccionista del presidente frente a China, que ha dificultado las exportaciones de soja y otros productos agrícolas y ganaderos. Los condados de

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