Nueva York, 10 junio (EFE).- "Si eres lo suficientemente afortunado puedes salir de aquí, quizás ir a la universidad, pero la mayoría de mis amigos o han acabado muriendo o en la cárcel, o siguen viviendo en comunidades como en la que estamos ahora", cuenta Chris Ramos, una de las miles de personas negras del deprimido barrio neoyorquino del Bronx.
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