La letal y premonitoria arenga con que Carmen Calvo instó a las mujeres a acudir al 8M: "Les va su vida"

  • hace 4 años
No tienen un pase. Ni Carmen Calvo, ni su jefe Pedro Sánchez ni el resto de la cuadrilla que con el apoyo de los golpistas catalanes y los proetarras de Bildu desalojó a Mariano Rajoy de la presidencia del Gobierno y se ha instalado en La Moncloa.

Hoy sabemos que la UE le avisó al socialista Sánchez una semana antes, advirtiéndole que lo razonable era cancelar las manifestaciones feministas del 8-M y evitar contagios masivos de coronavirus.

Pues el sábado 7 de marzo, víspera de las marchas y cuando ya tenía además cifras oficiales en su poder indicando que los contagios por 'peste china' se disparaban en Madrid, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, colgó en la página de Facebook del PSOE una entrevista donde animaba a las mujeres a llenar las calles de Madrid en la manifestación feminista del 8M.

Calvó, a la que a esas horas sólo le importaba apuntarse un tanto electoral, lanzó allí una premonitoria y letal arenga a las mujeres españolas: "Les va la vida" 

A la pregunta de «¿qué le diría usted a una mujer que está dudando en ir a la manifestación?», Calvo respondía: «Le diría que le va la vida, que le va su vida. Que le va seguir tomando decisiones para proteger su seguridad».

«Como nos va la vida en lo colectivo, porque en lo individual nadie se salva solo, que tiene que formar parte de esto, que estamos viviendo en el siglo XXI, y que por más que se empeñen quienes se empeñen, esto ya no tiene retorno».

Que les iba la vida, como se está demostrando ahora con los hospitales repletos de contagiados y cifras que demuestran que los infectados se multiplicaron exponencialmente justo después de las concentraciones del domingo, da prueba que varias de las ministras socialsitas acudieran a coger la pancarta con guantes de latex, para evitar contagios.

El 8 de marzo surgieron en Madrid alrededor de 600 nuevos casos de coronavirus en la región.

Hoy, son ya más de 2.000.

Y a muchas de los contagiados, incluidos aquellos sobre los que tosió la podemita Irene Montero, les va la vida.

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