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  • hace 6 años
Es como el Flautista de Hamelin, pero en versión infantil y con vacas en lugar de ratones.

La música es universal. Lo saben hasta las vacas.

Y lo demuestra esta niña con su acordeón.

Le basta a la criatura ponerse a tocar y el rebaño acude en masa, y se planta curioso enfrente, para escuchar la melodía.

Categoría

📚
Aprendizaje
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