Caracas, 3 ago (EFE).- Nicolás Maduro prometía aquella tarde, una vez más, resolver la crisis económica de Venezuela cuando dos explosiones lo dejaron en blanco en medio de un acto público. Era sábado, 4 de agosto, y las primeras horas fueron de confusión hasta que el propio presidente lo confirmó: "Han intentado asesinarme". De esa manera, el líder chavista explicó por qué se vio obligado a interrumpir su discurso, que estaba siendo transmitido de forma obligatoria en radio y televisión, y a abandonar el lugar escoltado por más de una decena de agentes, que mantuvieron ileso al gobernante. Imágenes: VTV, Twitter y EFE Edición: Annia Hidalgo Vargas Palabras clave: efe,destacado,venezuela,bombazos,maduro,aniversario