Desde que la oposición venezolana obtuvo la mayoría calificada, 112 de los 167 curules, del Parlamento en 2015, el oficialismo ha minado el camino y emprendido acciones contra los diputados: son 33 legisladores principales y nueve suplentes los que han sido perseguidos por la administración de Nicolás Maduro. Hoy no se descarta el retorno del Gran Polo Patriótico al Parlamento.

Fuentes cercanas a la administración de Maduro, que prefieren guardar sus nombres en la reserva, aseguran que su intención es que los diputados oficialistas regresen al Poder Legislativo.

De hecho, el 5 de julio, Últimas Noticias publicó que “Nicolás Maduro se reunió con los diputados chavistas de la Asamblea Nacional (AN) y, al parecer, les dijo estar de acuerdo con que ellos retomen sus curules en el Poder Legislativo”.

La información se produce luego de que el 20 de mayo Maduro pidiera elecciones adelantadas para escoger una nueva Asamblea Nacional, a pesar de que el período culmina en 2021.

Fueron 55 los diputados principales del chavismo electos en las pasadas elecciones parlamentarias, pero cinco de ellos ahora son disidentes. Dos están fuera del país y tres asisten a las sesiones en compañía de tres suplentes que también se desligaron de Maduro. Mientras que los 50 diputados principales restantes no asisten al hemiciclo desde la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente en agosto de 2017.

“Cuando muchos diputados se fueron a lo que luego llamaron Asamblea Nacional Constituyente quedó en evidencia que abandonaron el cargo y ya no se pueden calificar como diputados. Ante ello, la plenaria ha debido precisarlo conforme al artículo 187 numeral 20 y determinar los diputados del PSUV que pueden considerarse en abandono del cargo, explica el abogado constitucionalista José Vicente Haro.