Protegida por una mampara para no enfrentarse a sus agresores, la víctima de la violación de La Manada de Manresa declaraba esta mañana en la Audiencia de Barcelona. La joven, de 17 años y que en el momento de los hechos tenía 14 años, aseguró que se sintió intimidada y amenazada porque sus violadores, siete, llevaban una pistola. Una confesión que podría cambiar el delito de abuso sexual por el que se les imputa ahora por el de agresión sexual.