No abandonamos la Santa Sede. Denunciar el machismo dentro de la Iglesia Católica tiene su precio. Es lo que le ha pasado al suplemento femenino del diario Vaticano, L'Osservatore Romano. Tras denunciar abusos sexuales y maltrato a religiosas se han dado de bruces con la realidad. Un intento de control por parte de los hombres que ha empujado a todo el equipo a renunciar a su puesto de trabajo. Tras 7 años, hoy publica su última edición.