"Cuando te toca, aunque te quites, y cuando no te toca, aunque te pongas". Para algunos paramédicos es "destino", para otros es Dios; lo único cierto es que a veces parece que hay fuerzas invisibles que mueven la vida de las personas con el objetivo de que aprendan algo, como los casos que los paramédicos están a punto de atender: la vida de una persona queda en riesgo, mientras su familiar, en el mismo lugar y a la misma hora, se salva. El otro equipo trata de salvar a una joven, quien creía tener su vida resuelta, pero al dar un paso en falso todas sus decisiones quedan en la cuerda floja.
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