Niza recuerda su noche más triste

  • hace 5 años
A diferencia de otras ciudades francesas, no hubo fuegos artificiales en el cierre de la fiesta nacional en Niza. Aquí fueron sustituidos por 86 rayos láser, el número de víctimas de la matanza perpetrada en la noche del 14 de julio de 2016. Una suelta de globos, 86 también, cerró, concierto incluido, una jornada triste en la que se recordó, no la toma de la Bastilla, sino uno de los peores atentados en la historia de Francia. Antes, en un emotivo acto homenaje, el presidente Emmanuel Macron, que se desplazó a Niza, había prometido una lucha sin cuartel contra el terrorismo. Buscaba arropar a los supervivientes y familias de las víctimas, muchos allí presentes, y aliviar el dolor colectivo por una matanza rodeada aún de dudas sobre el autor. El atropello masivo perpetrado por el tunecino radicalizado Mohamed Lahouaiej Boulhel estaba preparado desde hacía tiempo, y aunque el DAESH reivindicó el atentado, los investigadores no han hallado vínculos directos.
-Redacción-

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