En 1988 se desmanteló la última central de telefonistas

  • hace 5 años
Eran como investigadoras privadas, recibían una llamada y con sólo la población y el nombre, conseguían que dos personas hablasen. Pasaban un examen, un mapa telefónico donde ordenar las poblaciones. Algunas incluso consiguieron el trabajo por conocer idiomas y siempre tenían una supervisora para que no fuesen indiscretas, aunque con la disciplina que trabajaban era casi imposible cometer algún error.