La cara y cruz de la lucha contra los desahucios

  • hace 5 años
Después del funeral de José Miguel, el hombre que se suicidó en su casa antes de que llegase la comitiva judicial que lo iba a desahuciar, sus amigos y vecinos se manifestaron para pedir el fin de los desalojos. En un riguroso silencio, sólo las miradas de impotencia y los carteles pedían que los políticos se sensibilizasen con este problema.En Madrid continúa, después de tres días, la concentración ante la antigua central de Bankia en la Plaza del Celenque. Allí duermen media decena de personas y María, que ha perdido su casa el miércoles, ha iniciado una huelga de hambre. Piden que se denuncien los casos y que los afectados pidan ayuda. Algo que ha sido fundamental para Lina. Hoy ha podido aplazar, al menos durante un mes, el desalojo de su casa de Torrelles de Foix. Ya ha sido subastada pero la habita con su marido y sus dos hijos pequeños. Quiere que el banco, al menos, le condone la deuda y no ejecute el aval de la casa de sus padres, muy mayores.

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