El presidente de EEUU, George W. Bush, ha anunciado un plan de ayuda para el sector norteamericano del automóvil que se formulará en préstamos por valor de 17.400 millones de dólares.Según ha afirmado, será un incentivo para que los fabricantes lleven a cabo un plan de reestructuración en los próximos tres meses. "Un colapso así asestaría un golpe muy doloroso a los trabajadores de Estados Unidos, más allá de la industria del automóvil. Podría empeorar la situación del ya debilitado mercado e incrementar la crisis financiera. Podría sumir nuestra economía en una recesión más larga y profunda. Y dejaría al próximo presidente para que afronte la desaparición de una gran industria americana en sus primeros días", ha afirmado.Bush ha asegurado que "la única forma de evitar el colapso de las compañías automovilísticas es por la vía ejecutiva". "El pueblo americano quiere el éxito de la industria del automóvil, al igual que yo", ha sentenciado.