Sergio Ramírez, del Gobierno sandinista al premio Cervantes

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Madrid, 16 nov (EFE).- El escritor, periodista, político y abogado nicaragüense Sergio Ramírez Mercado (1942), ganador del Premio Cervantes 2017, fue vicepresidente del Gobierno sandinista, candidato a la presidencia del país centroamericano y, en la actualidad, uno de los narradores iberoamericanos más significados.
 
Tras un largo exilio voluntario en Costa Rica y Alemania, entre 1964 y 1978, abandonó durante un tiempo la literatura para involucrarse en la revolución sandinista que derrocó, en 1979, a la dictadura somocista.
 
El premiado nació en Masatepe, en el Departamento de Msaya, el 5 de agosto de 1942. Se licenció en Leyes en la Universidad Nacional de León, en 1964, tras organizar el movimiento literario Ventana con la publicación de una revista del mismo nombre y, en 1968, fue secretario general del Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUA).
 
Paralelamente a su activismo social, inició su carrera como escritor junto con Fernando Gordillo para publicar, en 1963, "Cuentos", al que siguió una docena de libros, entre ellos,"Tiempo de Fulgor", "El pensamiento vivo de Sandino" o "Estas en Nicaragua" (1985), sobre Julio Cortázar.
 
En 1975, se integró en el Frente Sandinista como miembro de la denominada Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional y, tras el derrocamiento de Somoza fue nombrado presidente de la Junta de Gobierno del Frente de Reconstrucción Nacional.
 
Tras las elecciones nicaragüenses de 1984, en las que ganaron los sandinistas, fue nombrado vicepresidente del Gobierno.
 
Trabajó para el restablecimiento de la paz en el país mediante negociaciones entre diferentes grupos y a través del tratado de Esquipulas.
 
En febrero de 1990, se presentó como candidato a la vicepresidencia de la nación por el Frente Sandinista, elecciones que marcaron el fin de la década sandinista al ganar el partido Unión Nacional Opositora (UNO), de Violeta Chamorro.
 
En el primer congreso del FSLN de 1991, Ramírez entró en la dirección del partido, sin embargo debido a continuos choques con la línea ortodoxa de Ortega, en mayo de 1994 quedó excluido de la dirección. Poco después perdió su escaño parlamentario.
 
En 1995, y tras 20 años en el Frente Sandinista, abandonó la formación para promover la constitución del Movimiento Renovador Sandinista (MSR), que presidió.
 
Fue candidato a la presidencia por el MRS en las elecciones de octubre de 1996, fue derrotado por Arnoldo Alemán y su partido no consiguió escaño en la Asamblea.
 
Después compatibilizó la política con la dirección del "El Semanario" y la literatura, a la que poco a poco fue dedicando más tiempo.
 
A esta época pertenecen sus obras "Castigo Divino" (1988), "La marca del Zorro" (1989), "Oficios compartidos" (1994), "Charles Atlas también muere"(1994), "Un baile de máscaras" (1995), reconocida con el Premio Laure-Bataillon 1998 en Francia, "Adiós muchachos" (1999), "Mentiras verdaderas" (2000) y "Catalina, Catalina" (2001).
 
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