Medio siglo después, el misterio del Price sigue hundido

  • hace 7 años
Melilla, 16 abr (EFE).- El naufragio del Price dejó 43 muertos, el enfado de Marruecos con España y muchos interrogantes que más de medio siglo después aún siguen sumergidos en las aguas del mar de Alborán.

El Price era un barco de recreo que, sorprendentemente, salió de paseo de noche y en pleno invierno, antes de hundirse cerca de la costa rodeado de misterios después de haber partido de Melilla.

"Es un caso difícil", advierte la investigadora María Elena Fernández, que coordina el Proyecto Sefardíes en Melilla (Sefamel).

La embarcación con bandera hondureña naufragó en la noche del 11 de enero de 1961 frente a la costa de Alhucemas, en Marruecos, y de sus 46 ocupantes solo se salvaron el capitán y otros dos tripulantes.

Las aguas de esta parte del Mediterráneo vieron morir a los 43 restantes, judíos marroquíes que habían salido de su país a través de Melilla, de forma irregular pero con el consentimiento de España.

Era el fatídico viaje número trece que hacía el yate y el Telegrama del Rif, un diario melillense ya desaparecido, lo recoge al día siguiente casi como "algo anecdótico", relata a Efe la historiadora.

Pero un día más tarde se hace eco ya del malestar de Marruecos, puesto que la tragedia saca a la luz el paso clandestino por Melilla de estos judíos camino del recientemente creado Estado de Israel, con ayuda del Mosad, el servicio secreto israelí.

El enfado del país vecino se tradujo en "serias amenazas" desde Rabat a quienes colaboran con esa huida, que saltan incluso a la prensa de ámbito nacional en las páginas de periódicos como ABC o La Vanguardia, subraya la encargada investigar qué pasó con el Price.

La investigación la promueve la Asociación Socio-Cultural "Mem Guímel" sobre la cultura sefardí en Melilla.

Han pasado 56 años y tanto la investigadora como el presidente de la asociación, Mordejay Guahnich, se preguntan por qué esta tragedia sigue inmersa en tanto secretismo.

Aunque aquella noche no hacía buen tiempo y días atrás ya hubo varios naufragios cerca de Melilla, el barco no era tan viejo como para no haber resistido un temporal y, sea como fuere, tampoco se hundió tan lejos de la costa como para que solo hubiera tres supervivientes.

Fernández cuenta que la prensa de la época narra cómo el capitán dio unas coordenadas erróneas al pedir auxilio, más lejos de lo que en realidad estaban de las playas de Alhucemas, a las que nadie llegó a poner pie pese a estar cerca y llevar chalecos salvavidas.

Vecinos de la bahía de Alhucemas incluso les oyeron gritar aquella noche, según los escasos testimonios que han podido reunir.

El capitán y los dos ayudantes que sobrevivieron fueron rescatados en una barca que navegaba en dirección contraria a la costa, por un barco español, el Cabo de Gata.

La investigadora se pregunta "por qué si caen en un barco español se les juzgó y condenó luego en Marruecos, algo muy extraño".

Saber qué ocurrió realmente no es fácil porque los docu

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