En el MWC hemos tenido la oportunidad de probar de primera mano algunas de las posibles aplicaciones de la realidad virtual en su parte más lúdica. Una de las más espectaculares es la que nos ofrece Samsung Gear VR que nos anticipa cómo podrían ser los parques de atracciones del futuro en lo que ya no serán necesarias grandes extensiones de terreno, ni complicadas y costosas estructuras: una silla especial con motores, y unas gafas de realizar virtual conectadas a un smartphone serán más que suficientes para disfrutar de un vuelo acrobático en avioneta, descender por una pista de hielo haciendo skeleton o subirnos a la montaña rusa más alta y enrevesada que podamos imaginar, incluso desafiando las leyes de la física, ya que no sólo se reduce el espacio y el equipamiento necesario, también los posibles riesgos.