Nueva muestra de apertura del Papa: los sacerdotes podrán absolver el aborto

  • hace 8 años
El Jubileo de la Misericordia concluye con una nueva muestra de apertura del Papa Francisco. A partir de ahora, los sacerdotes podrán perdonar libremente el pecado del aborto, sin tener que disponer antes de autorización de un obispo o del propio pontífice.

La histórica medida, que ya concedió de forma limitada para el período jubilar, será ahora permanente. No es la primera vez que el Pontífice sorprende en asuntos sensibles. Sus exhortaciones sobre el divorcio, la homosexualidad o el sacerdocio de las mujeres han levantado ampollas en los sectores ultraconservadores de la Iglesia.

Giovanna Chirri, periodista de Ansa:
“El papa no está cuestionando un dogma de fe, porque define el aborto como un crimen. Lo que cambia es la manera en la que se considera este pecado. El papa dice que en la biblia Dios está tan lleno de amor que ningún cura ni ninguna ley puede perpetuar un pecado si Dios decide perdonarlo. Es un asunto serio.”

En 2013 Francisco dió la campanada cuando afirmó que no tenía derecho a juzgar a los homosexuales y que deben ser respetados, y acompañados pastoralmente: “Si una persona es homosexual y busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?.”

En septiembre de 2015, en una reunión clave de la comunidad católica sobre la familia, reconoció que “los tiempos han cambiado y que la familia de hoy en día no es siempre el modelo de familia tradicional.” El pontífice aseguro que la iglesia no debe ser rígida y llamó a los obispos a deshacerse de los prejuicios. “Pese a las buenas intenciones, dijo, mantienen a las personas lejos de Dios”. “El coraje apostólico es para dar vida y no hacer que nuestra vida cristiana sea un museo de memorias”.

En su carta del Año Santo jubilar de la Misericordia, además de la norma sobre el aborto, Bergoglio destacó que en el mundo “todavía hay poblaciones enteras que sufren el hambre y la sed”. La indiferencia es uno de sus campos de batalla; desde que asumió su papado, pide que no se mire para otro lado ante las nuevas formas de pobreza y marginación y ha convocado una Jornada Mundial de los Pobres, a imagen de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebra cada tres años.