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  • hace 9 años
Madrid, 26 oct (efesalud.com). El doctor Carlos Macaya Miguel, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, entrevista en este videoblog al doctor Luis Nombela Franco, especialista en intervencionismo cardíaco y experto en solucionar la Comunicación Interauricular (CIA), cardiopatía congénita que se describe con un agujero en el tabique que separa las aurículas izquierda y derecha del corazón.

Cuando el bebé se está desarrollando en el útero, en torno a la cuarta semana del embarazo, se forma la pared o septo auricular que separa las dos aurículas, cámaras izquierda y derecha del corazón situadas encima de los dos ventrículos.

La aurícula derecha recibe la sangre sin oxígeno de las venas cavas. La sangre pasa entonces al ventrículo derecho a través de la válvula tricúspide y sale hacia la arteria pulmonar atravesando la válvula pulmonar. Los pulmones oxigenan de nuevo la sangre.

La sangre oxigenada regresa al corazón por medio de las venas pulmonares y entra en la aurícula izquierda para luego ir al ventrículo izquierdo pasando por la válvula mitral. Luego atraviesa la válvula aórtica y oxigena a todas las células del organismo por la acción distribuidora de la arteria aorta.

Los factores de riesgo de una cardiopatía congénita, de las que hay más de 50, se centran en el historial familiar de la madre y el padre, ya que el feto tiene hasta un 4% de posibilidades de sufrir sus cardiopatías. En la población general el rango se sitúa en torno al 1%. Por ejemplo, en EE.UU. de Norteamérica se da un caso de cada cien niños o niñas recién nacidos.

También se tienen que tener en cuenta las enfermedades metabólicas de la madre, como la diabetes mellitus; las infecciones durante la primera etapa del embarazo; o a la exposición materna al alcohol, a la nicotina, a la cocaína, a la talidomina y a diferentes dioxinas, agentes que provocan malformaciones en el embrión o en el feto.

Además, las mujeres embarazadas deben ponerse en alerta ante el virus de la rubeola y los rayos X.

"Las cardiopatías congénitas han disminuido gracias a la prevención y al diagnóstico prenatal con ecocardiograma durante el embarazo. Incluso algunas cardiopatías congénitas se pueden tratar ya en ese periodo", señala el doctor Macaya.

Aunque la cirugía cardíaca y el cateterismo se estén realizando en niños muy pequeños, ciertas cardiopatías, como la CIA, se resuelven definitivamente en la edad adulta, puesto que la mayoría de los niños y de las niñas crecen y se desarrollan bajo el control médico.

¿Cuál es una de las cardiopatías más frecuentes que se trata con intervencionismo cardíaco?, pregunta el doctor Macaya a su colega, el doctor Nombela.

"Destaca la Comunicación Interauriculare (CIA) o agujero que comunica la aurícula izquierda y la aurícula derecha del corazón. Cuando la sangre circula entre las dos aurículas se puede acumular presión en los pulmones y, con el paso del tiempo, disminuye el oxígeno en la sangre", responde el intervencionista cardíaco.

Con el cateterismo se cierra esta CIA en la gran mayoría de los casos, sin necesidad de cirugía cardíaca. "Es una solución menos agresiva -subraya el doctor Carlos Macaya-. ¿En qué consiste esta este procedimiento?".

"Accedemos al corazón por la arteria femoral. Nos introducimos con un catéter hasta que llegamos a la aurícula izquierda atravesando el agujero o cardiopatía congénita que comunica ambas aurículas. A continuación expandimos un dispositivo percutáneo que se compone de tres partes: dos discos y una cintura", describe.

"Extendemos uno de los discos en la aurícula izquierda y, a continuación, retraemos el dispositivo por el agujero o septo auricular hasta fijar la cintura del dispositivo, la parte que sella las dos cavidades auriculares. Otro segundo disco, más pequeño, se libera después taponando por completo la zona afectada, esta vez en la aurícula derecha", continúa.

"Los dos discos y su cintura permiten que el dispositivo no migre o se desplace a su antojo hacia la aurícula izquierda o hacia la derecha. El dispositivo artificial, elaborado con finas guías de Nitinol, queda sujeto en el septo auricular resolviendo el defecto del tabique o CIA", destaca.

¿Este procedimiento entraña algún riesgo para los pacientes?, cuestiona el doctor Macaya.

"No hay un mayor riesgo para los pacientes. El intervencionismo cardíaco se realiza en aproximadamente media hora, con el paciente sedado a nivel local. Los pacientes, ya operados, suelen obtener el alta en 24 horas", concluye el doctor Luis Nombela, doctor en Medicina por la Universidad Autónoma de Madrid.

Para el doctor Macaya, "el intervencionismo cardíaco resuelve la CIA de forma muy sencilla; sin recurrir a la cirugía convencional de corazón abierto, abriendo y cerrando el tórax, sin dejar una cicatriz de por vida en el joven o la joven; un atractivo más del cateterismo".

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