Las tropas gubernamentales sirias han recuperado el control de algunos puntos en el norte de Alepo. Los bombardeos y disparos de cohetes en distintas zonas de la ciudad han dejado este jueves una docena de muertos y numerosos heridos.

Mientras la aviación siria castigaba los barrios del este, los rebeldes disparaban fuego de artillería contra el norte controlado por el Gobierno. Un obús estalló junto a un colegio matando al menos a cuatro niños e hiriendo a cinco.

Lejos de allí, en la localidad de Azaz, fronteriza con Turquía, un atentado con coche bomba ha dejado diecisiete muertos en las filas rebeldes.

Con la sangría de Alepo como telón de fondo, el Gobierno sirio ha aprobado el plan de la ONU para distribuir ayuda humanitaria entre la población este mes de octubre, aunque ha dejado fuera de la asistencia a la ciudad.