Madrid, 24 ago (EFE).- ( Imagen: Ángel Herrera ) Con un puño en alto y el Libro de Familia en la otra mano ha celebrado el padre de Lobo a la salida de los juzgados de Fuenlabrada, en Madrid, que esta mañana, después de 46 días de haber nacido su hijo, esté registrado legalmente con el nombre que habían escogido desde antes de que naciera.
Tras recoger el documento que asegura a María Hernández e Ignacio Javierre que, finalmente, su hijo se llama Lobo, estos padres no podían contener su emoción.
Esta odisea comenzó en el momento de intentar inscribir al bebé en el registro y ha proseguido durante casi dos meses, pero con esperan que esta lucha haya servido para "crear un precedente y cambiar la ley".
El Registro Civil de esta localidad denegó la petición de los padres al considerar que Lobo se trata de "un apellido común" en España, donde no se puede poner como nombre un apellido.
Ayer, la Dirección General de Registros, organismo dependiente del Ministerio de Justicia, remitió al Registro Civil de Fuenlabrada la resolución por la que estimó favorablemente el recurso presentado por los padres.
DECLARACIOENS DE IGNACIO JAVIERRE, PADRE DE LOBO.
IMÁGENES DE LOS PADRES DE LOBO, IGNACIO JAVIERRE Y MARÍA HERNÁNDEZ EN EL EXTERIOR DEL REGISTRO DE FUENLABRADA.