1. Colombia, un país con muchas heridas sin cerrar por medio siglo de guerra interna, ve cómo al final del túnel aparece una luz de esperanza. Sin embargo, para los líderes sociales del país y los defensores de derechos humanos que han sufrido amenazas, persecuciones, detenciones e, incluso, asesinatos, no parece que todo pueda solucionarse tan fácilmente. En sus cuatro décadas de existencia, el Comité Permanente por la Defensa de los DDHH ha sido víctima directa de esta situación.

2. Durante los años 70 y 80, en el continente, en especial en el Cono Sur, se desarrolló el tristemente célebre Plan Cóndor. Se llevó a cabo mediante la coordinación de las dictaduras de la época para perseguir, detener, interrogar, hacer desaparecer o asesinar a personas consideradas subversivas del orden o contrarias a sus pensamientos políticos e ideológicos y de los Estados Unidos.

3. El cuidado y preservación de los humedales, en muchas ocasiones, se enfrenta con la irresponsabilidad de las empresas y el consentimiento de las autoridades. En Panamá, un 70 por ciento de la Laguna Matusagaratí es víctima de la devastación por no estar considerada un área protegida. Tras años de lucha, una consulta popular obligó al Ministerio de Ambiente a convertirlo en Refugio de Vida Silvestre. Sin embargo, la empresa agrícola que lo explotaba presentó argumentos de rechazo.

4. La violencia en El Salvador es un mal que ha generado mucho derramamiento de sangre en este país centroamericano. La presencia de militares en sus plazas, autobuses e, incluso, en las escuelas da la sensación de que el país se encuentra inmerso en un conflicto bélico. El gobierno lo llama la cruzada, con la cual piensa ganarle la batalla al crimen y dejarles claro a sus protagonistas que son el blanco a eliminar en esta lucha.