Médicos militares, en la guerra y en los desastres naturales

  • hace 8 años
Madrid, 08 jul (efesalud.com). El general médico, Manuel José Guiote Linares, jefe de la BRISAN del Ejército de Tierra, interviene en el vídeoblog de Sanidad Militar para destacar una de las misiones que tiene encomendada su Unidad: "Socorrer urgentemente a la población civil después de un desastre natural con disciplina y máxima eficacia para conseguir salvar vidas in situ y al momento"; trance devastador en la sociedad muy similar al que se vive en primera línea de combate durante un conflicto bélico.

"Un desastre siempre ocurre de manera brusca, distorsionando el funcionamiento habitual del conjunto de la colectividad, y causa un dolor superior al que se puede soportar. Se necesita la ayuda y la colaboración de todas las organizaciones públicas y privadas, incluso de los propios afectados, para poder superarlo y regresar al estatus inicial".

¿Y qué aporta la Sanidad Militar a la sociedad civil en el caso de que se produzca un desastre de esta naturaleza?

"Aportamos organización y una serie de capacidades que están sustentadas en la preparación y la instrucción de los soldados sanitarios, que se basa a su vez en la disciplina, en la constancia, en el sacrificio y en los medios materiales que tenemos a nuestro alcance", contesta.

Sanidad Militar trabaja en todas las fases de la solución del desastre.

"Desde la planificación al sostenimiento, la conducción, la ejecución y el repliegue definitivo, fase tremendamente importante porque la sociedad tiene que recuperar su posibilidad de vivir; un paso que se realizará con el menor sufrimiento para que la sociedad civil tome el mando y se responsabilice de la situación", explica.

El Ejército no solo salva y evacúa heridos, se apuntalan edificios o se apagan incendios; equipos NBQ controlan trenes que transportan sustancias peligrosas; submarinistas reconocen posibles daños en el dique de un embalse; o se movilizan aviones, helicópteros, lanchas y drones.

"Cuando prestamos nuestra ayuda en un desastre nos encontramos con una serie de similitudes entre un conflicto armado y un conflicto civil: la cantidad de personas politraumatizadas o con necesidad de atención de urgencia real en el momento del desastre, que es, en definitiva, el principal objetivo del trabajo de Sanidad Militar", dice.

"Nosotros no acudimos a un desastre a realizar grandes cirugías, sino a salvar la vida de la gente empleando las mismas técnicas que usaríamos en primera línea de combate -expone-. Son técnicas destinadas a controlar las vías aéreas y las hemorragias exanguinantes".

Un buen ejemplo fue el terremoto de magnitud 5,1 de Lorca (Murcia), un desastre que desconcertó y maniató por completo a toda la población que residía el 11 de mayo de 2011 en esta localidad española. La BRISAN atendió a 1.056 heridos.

"El seísmo ocurrió en torno a las 18.47 horas. Nos alertaron para estar dispuestos. Poco antes de las doce de la noche nos dieron la orden de partir y a las siete de la mañana ya estábamos preparados para realizar cualquier tipo de cirugía de urgencia, ya que los quirófanos del Hospital de Lorca se habían quedado fuera de servicio", relata.

El hospital de campaña tipo "Role 3" cuenta con 96 camas de atención hospitalaria, 16 puestos UVI y cuatro quirófanos. Sus posibilidades asistenciales abarcan veinte especialidades médicas, lo que le permite prestar atención a 1.000 personas por día.

Solo otros siete países en el mundo: EEUU, Reino Unido, Alemania, Canadá, Francia, Italia y República Checa, disponen de un hospital de este tipo.

"Esos días tratamos todo tipo de incidencias y enfermedades, incluso atendimos a una persona electrocutada. También dimos cobertura de seguridad a los habitantes de Lorca para que se pudieran desplazar de un lugar a otro con total garantía de movimientos por sus calles llenas de obstáculos", señala.

El pueblo de Lorca se volcó con todos los integrantes de las Fuerzas Armadas que estuvieron desplegados en la zona, como la BRISAN, la Unidad Militar de Emergencias (UME), que permaneció hasta finales de octubre, u otras unidades de la Armada y del Ejército del Aire.

Fuera de España, la Brigada de Sanidad ha prestado su ayuda solidaria en los terremotos de Pakistán, Turquía y Haití, en las inundaciones devastadoras de Mozambique o en el tsunami de Indonesia.

"Aunque nuestra misión es prestar apoyo sanitario de vanguardia a las fuerzas de combate, la BRISAN siempre se pone al servicio de los países más débiles, donde aportamos organización, disciplina y entrega. Nos da un valor añadido tremendo porque damos esperanza a la población", destaca.

Para el general Guiote, los médicos militares acuden a cualquier tipo de conflicto, ya sea militar o civil, "con los medios que tienen a mano en cada momento y con el único objetivo de salvar la vida de los soldados en unos casos y la de los ciudadanos en otros".

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