Melanoma, una cocción epidérmica a fuego lento

  • hace 8 años
Madrid, 20 may (efesalud.com). El doctor Eduardo López Bran, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, destaca en este vídeoblog la importancia de la prevención y el diagnóstico precoz del cáncer de piel, especialmente del tipo melanoma; tumor maligno que suele dar la cara en la piel humana con lunares raros y deformes años después de que haya recibido radiación solar intensa sin crema de protección de factor elevado (30-40-50), un hábito cancerígeno que se ha acomodado ya entre el 70% de los adolescentes y jóvenes.

La piel tiene memoria y si no la cuidamos y protegemos durante la infancia y la adolescencia el cáncer se reflejará 20 o 30 años después, cuando se lucen 35 primaveras; aunque el pico de incidencia está en torno a los cincuenta. Cada año se diagnostican cerca de 3.200 casos de melanoma solo en España

¿Y qué podemos hacer para prevenir un cáncer de piel o para identificarlo cuando aparecen los síntomas en la epidermis?

"Un examen rutinario de toda nuestra piel una vez al mes, ya sea a solas o con la ayuda de una familiar o amigo. Nos fijaremos en lesiones que sean rojizas, rosadas, rasposas, ásperas al tacto; o en una herida que no cicatriza localizada en las áreas que habitualmente reciben radiación solar durante todas las estaciones del año, como es la cara", dice López Bran.

La inspección debe ser meticulosa, a ser posible con luz natural suficiente, delante de un espejo grande y ayudados de otro pequeño para poder escudriñar hasta el último recodo de la piel, incluso el cuero cabelludo, ya que los cánceres cutáneos se localizan en todas partes.

"Una lesión puede parecer una mancha -apunta-, que cambia de tamaño, que sangra, que pica, que es asimétrica (que si la doblasen por la mitad sus bordes no montarían adecuadamente el uno sobre el otro); pero también podemos atesorar muchos lunares y alguno de ellos llamar la atención porque es diferente al resto. Es el momento de acudir con urgencia al dermatólogo".

Un tumor basocelular, espinocelular o melanoma se cura al 100% si se diagnostica precozmente. "No hay que darle tiempo a que sus células cancerosas se diseminen por otros órganos del cuerpo -señala-. El pronóstico puede ser fatal".

El tratamiento de la enfermedad depende de la fase en la que se encuentre: si es superficial (1 milímetro) muchas veces es suficiente con una resección; si mide entre 1 y 4 milímetros, la cirugía también podría resolverlo; pero el problema se encuentra cuando está más avanzado, que habría que acudir a la inmunoterapia, técnica que estimula las defensas del organismo y cronifica el melanoma, cáncer de baja incidencia que hasta hace cinco años era letal.

El doctor Eduardo López Bran, experto en todo tipo de patologías de la piel y en la lucha robotizada contra la calvicie, tiene muy claro que los cánceres de piel se triplicarán en los próximos quince años por los riesgos de la exposición al sol y el uso de cabinas de bronceado sin la adecuada fotoprotección.

Por eso recurre a la Reina Letizia, un símbolo de la divulgación de hábitos saludables para luchar contra el cáncer.

"Estar morenos no es estar guapos, es correr un riesgo para la salud", dijo Doña Letizia en el Primer Simposio Internacional sobre Cáncer Cutáneo que se celebró en Madrid en enero de 2015. Una frase que nos devuelve a la realidad de cada verano: la radiación solar intensa que recibe nuestra piel en la playa, el río, la piscina o la montaña.

El dermatólogo nos aconseja que usemos cremas de protección ultravioleta A y B, de factores muy altos (15 a 50) o de ultraprotección (+50), para escudarnos ante la radiación solar, retrasar la vejez nuestra piel y prevenir el melanoma.

"Hay que rociar todo el cuerpo con fotoprotección, sin olvidar las orejas. Debemos hacerlo treinta minutos antes de tomar el sol y reponer la dosis cada dos o tres horas. A mediodía y hasta media tarde, sobre todo bebés y niñ@s, tenemos que refugiarnos bajo la sombra de una sombrilla o de un árbol, horas abrasadoras y de máxima radiación solar", indica.

Y no se le olvida añadir que la radiación invisible al ojo humano también actúa cuando las nubes hacen de pararrayos lumínicos. "Las radiaciones traspasan las nubes y provocan alteraciones en el ADN celular, precursoras del cáncer de piel". Para el doctor López Bran, la clave está en la prevención: "Tu piel, nuestra piel, es muy valiosa para dejarla en manos del melanoma".

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