Japón: un pueblo contra la energía nuclear

  • hace 9 años
Las conmemoraciones por el por el bombardeo nuclear de Hiroshima y Nagasaki han cobrado mayor trascendencia aún desde el accidente de Fukushima. Casi siete décadas después de que las bombas atómicas arrasaran Japón, la central nuclear de Daiichi sufría el once de marzo de 2011 la peor fuga radiactiva desde la tragedia de Chernobil, en 1986.

Es cierto que lo sucedido en Fukushima no tiene nada que ver con el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki, a excepción de que, una vez más, la población japonesa se ha visto expuesta a la radiación. De hecho, los ciudadanos del archipiélago son firmes detractores de la energía nuclear. Y las explicaciones y excusas que han entonado los dirigentes políticos y los responsables de la central no han calado en la opinión pública.

“Queremos pedir perdon desde lo más profundo de nuestros corazones”, decía Tsunehisa Katsumata, el máximo responsable de TEPCO (Tokyo Electric Power Company) en 2011. “Porque los efectos de este accidente se han propagado por la