Madrid, 26 may (efesalud.com). El doctor Carlos Macaya Miguel subraya en este vídeoblog las cinco claves del éxito en el trasplante de un órgano vital como el corazón: la solidaridad de los donantes, la urgencia de los pacientes receptores, la calidad de los medicamentos inmunosupresores y la experiencia de especialistas médicos multidisciplinares; todo ello supervisado por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), una institución a la vanguardia mundial.
El jefe de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid nos recuerda que un trasplante consiste en la sustitución de un tejido o un órgano enfermo por otro sano, ya sea la córnea, de médula ósea, un hueso, tendones, condrocitos, piel, arterias, venas, válvulas cardíacas, riñones, pulmón, hígado, páncreas... o todo un corazón.
El primer trasplante cardíaco lo realizó el mítico cirujano Christiaan Barnard en diciembre de 1967, en Sudáfrica, pero los resultados "fueron realmente malos", apunta Macaya. El receptor, un comerciante de 56 años, desahuciado por una dolencia cardíaca y otras comorbilidades, falleció pocos días después de la operación.
A partir de entonces, la técnica mejoró y los pacientes consiguieron sobrevivir cada vez más tiempo. En la década de los 80 el trasplante cardíaco alcanzó su mayor auge y desarrollo médico. "Ahora se ha convertido en una técnica terapéutica de rutina en los centros hospitalarios", menciona.
Los receptores de un trasplante de corazón son pacientes que sufren una enfermedad cardíaca en estadios muy avanzados, casi intratables desde el punto de vista médico.
"El paciente ni responde a los tratamientos farmacológicos ni tiene posibilidad de recuperación con una intervención quirúrgica. Son enfermos prácticamente terminales que muestran posibilidades de esperanza de vida tras la operación y podrían alcanzar una buena recuperación funcional", dice Carlos Macaya.
Además, estos pacientes tienen que ser relativamente jóvenes, por debajo de los 65 o 70 años de edad.
La donación tiene que ser altruista. Para la ONT "es el mayor acto de bondad entre seres humanos". Y en el caso del corazón es imprescindible que la causa del fallecimiento haya sido por muerte cerebral del donante y no por un problema cardiológico.
"También tienen que ser pacientes jóvenes, en especial personas con edades por debajo de los 40 o 35 años, ya que los mayores, hacia los 60 o más, pueden padecer enfermedades cardíacas asintomáticas", observa el doctor Macaya.
Las donaciones de órganos en España han aumentado en 2015 hasta alcanzar la cifra récord de 37,2 donantes por millón de población, que sitúa al país a la cabeza de Europa en el número de trasplantes.
Pero el donante y el receptor tienen que ser compatibles. El sistema inmunológico de ambos debe ofrecer posibilidades de éxito. "Por eso no se puede colocar un corazón de un donante a cualquier receptor", indica.
Aún así, cabe la posibilidad de que haya rechazo. "El sistema inmunológico puede atacar al nuevo órgano desde el primer momento del trasplante, de forma aguda, o con el paso de las semanas, de forma tardía", explica.
El gran reto del trasplante, por tanto, es la compatibilidad. Se emplean medicamentos "bastante fuertes" que inhiben la respuesta inmunológica del receptor.
"Son los corticoides, las ciclosporinas u otros medicamentos inmunosupresores", relaciona; fármacos que se utilizan igualmente en una amplia serie de enfermedades dermatológicas y sistémicas, como la psoriasis, la esclerosis múltiple o la artritis reumatoide.
Los pacientes tienen que tomar estos preparados incluso antes de la operación de trasplante.
"La lucha contra la inmunosupresión genera, a su vez, problemas de infecciones y, a largo plazo, quizá, la aparición de tumores malignos como los linfomas -células que forman parte de nuestro sistema inmune- o tumores de piel", resalta.
La medicación contra el rechazo es de por vida y el trasplantado tendrá un seguimiento especial en su centro sanitario. Son enfermos muy vulnerables a las infecciones y a otros efectos secundarios.
Los resultados del trasplante son muy buenos. En total, del uno de abril de 2014 al uno de abril de 2015, se han realizado 1.750 trasplantes en España.
"Se llevan a cabo alrededor de 350 o 400 trasplantes cardiovasculares al año, ocho o diez por cada millón de habitantes. En Madrid, por ejemplo, cerca de 60 trasplantes anuales, una de las cifras más destacadas en el todo el mundo", apunta.
"Y la supervivencia es superior al 90% un año después del trasplante, cifra que solo se reduce hacia el 50% después de los diez años. Los trasplantes son el buque insignia de la sanidad española, nuestra carta de presentación en todo el mundo, sobre todo en el trasplante de corazón", recalca el doctor Carlos Macaya Miguel.
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