Tu cerebro es el órgano más preciado que posees. En él se encuentra tu primer beso, la sonrisa de tu madre cuando regresabas de la escuela o la sensación de sostener a tu hijo por primera vez. El cerebro te permite respirar, hace que tu corazón lata y percibe el mundo que te rodea y, sin embargo, es mucho más que un órgano que te permite vivir y sobrevivir. Tu cerebro habla por ti, te presenta al mundo como quieres ser conocido, esconde tus secretos más íntimos, elabora tus deseos y persigue las metas que te permiten ser feliz. A pesar de la enorme importancia que tiene en nuestras vidas, sabemos muy poco acerca de lo que nuestro cerebro necesita y de cómo podemos ayudarle a cuidar de nosotros. Sus interminables arrugas albergan la posibilidad de combatir enfermedades como el Alzheimer y esconden los secretos de la felicidad. En el cuidado del cerebro reside la posibilidad de disfrutar de tu memoria, de tu alegría o de tu bienestar físico, ahora y por más tiempo.
