Dinamarca ensaya el clonaje de abetos navideños a gusto del consumidor

  • hace 9 años
Bueno, bonito y barato, pero además verde, frondoso y brillante. Comprar un árbol de Navidad no es tarea fácil para muchos europeos, y en Dinamarca una de las empresas con mayor tradición del Viejo Continente pone la genética al servicio de sus clientes.

“Los árboles de Navidad son como los humanos, los tenemos altos, bajos, gordos y flacos. Como proveedor me gusta que sean simétricos para no tener que acabar tirando la mitad”, explica Bernt Johan Collet. “Los franceses quieren un árbol pequeño, como este. Los holandeses y los daneses prefieren que tenga espacio entre las ramas. Así para la decoración y los regalos”, añade.

El secreto está en las piñas y en sus piñones. Su genoma está siendo investigado por un equipo de la Universidad de Copenhague para conseguir un árbol óptimo, que se adapte a todas las necesidades. La familia Collet lleva casi 200 años cultivando árboles navideños en su finica de 1.100 hectáreas.

Sus clientes son auténticos expertos: “Tiene que ser verde, totalmente simétrico, bonito y además ecológico”.

Con o sin árbol.

¡Feliz Navidad a todos!

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