Testifica en el jucio el capitán del Costa Concordia
- hace 10 años
Primera comparecencia de Francesco Schettino en el juicio por el naufragio del Costa Concordia. El capitán del crucero siniestrado en 2012 frente a la isla italiana de Giglio está acusado de homicidio culposo múltiple, abandono de la nave y naufragio por negligencia. En el accidente murieron 32 personas.
La defensa ha puntualizado que “este no es un juicio contra un asesino, sino contra un buen hombre que siempre se ha comportado de forma correcta y que ha trabajado duro toda su vida. Ocurrió un accidente, un accidente marítimo como otros muchos”, dice Domenico Pepe.
Se espera que el testimonio de Schettino, que se enfrenta en solitario a una pena de 20 años de cárcel, arroje luz sobre lo sucedido.
“Hoy esperamos saber la verdad y que se depuren las responsabilidades reales de la compañía”, señala el abogado de las víctimas Fabio Targa.
La compañía Costa Cruceros evitó un juicio penal el año pasado, al comprometerse a pagar al Estado italiano una multa de 1 millón de euros. Las víctimas y las administraciones locales, sin embargo, demandaron a la empresa.
El Costa Concordia, con más de 4.000 personas a bordo, encalló tras colisionar con un escollo. Tras más de dos años varado y una titánica obra de ingeniería, el crucero fue remolcado, el verano pasado, al puerto de Génova para su posterior desmantelamiento.
La defensa ha puntualizado que “este no es un juicio contra un asesino, sino contra un buen hombre que siempre se ha comportado de forma correcta y que ha trabajado duro toda su vida. Ocurrió un accidente, un accidente marítimo como otros muchos”, dice Domenico Pepe.
Se espera que el testimonio de Schettino, que se enfrenta en solitario a una pena de 20 años de cárcel, arroje luz sobre lo sucedido.
“Hoy esperamos saber la verdad y que se depuren las responsabilidades reales de la compañía”, señala el abogado de las víctimas Fabio Targa.
La compañía Costa Cruceros evitó un juicio penal el año pasado, al comprometerse a pagar al Estado italiano una multa de 1 millón de euros. Las víctimas y las administraciones locales, sin embargo, demandaron a la empresa.
El Costa Concordia, con más de 4.000 personas a bordo, encalló tras colisionar con un escollo. Tras más de dos años varado y una titánica obra de ingeniería, el crucero fue remolcado, el verano pasado, al puerto de Génova para su posterior desmantelamiento.